Datos personales

Mi foto
Una persona como cualquier otra, que necesita escribir tanto como respirar.

martes, 17 de julio de 2012

Y de repente... todo cambia.

Y tienes miedo. Miedo al cambio, miedo a no estar haciendo lo correcto, miedo a equivocarte y a que todo salga mal. Miedo a que te abandone a pesar de todas las promesas y el tiempo compartido, a pesar de los secretos y de esos momentos en los que estuviste segura de que era imposible que esto terminara. Todo cambia, algunas cosas para bien, otras para mal, y aunque eres más feliz de lo que lo has sido nunca, la indecisión te puede muchas veces. Porque, aunque sabes que la decisión que has tomado es la que ahora te hace más feliz, ¿será la que te haga más feliz en el futuro? Y al mismo tiempo te preguntas ¿por qué pensar en el futuro y no disfrutar del presente? Pero siempre está ahí esa posibilidad, mínima, en apariencia imposible, apartada en un rincón, aunque en todo momento presente en tu cabeza: el final, el error que te lleve a arrepentirte de todo lo que has pasado... Y piensas que si él se va, si todo termina, podrás conocer a otras personas, volver a enamorarte, que no será tan grave como piensas. Pero al mismo tiempo sabes que nunca podrás volver a querer así a nadie... Y tienes miedo de que eso ocurra.