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Una persona como cualquier otra, que necesita escribir tanto como respirar.

miércoles, 27 de abril de 2011

Nueva historia

Hola, bloguer@s!! 
He estado pensando lo de la nueva historia que había decidido hacer, y he llegado a la conclusión final de que es mejor abortar el proyecto. Aunque fuera nuevo y original situar una blognovela en el pasado, ya que pocas personas, por no decir ninguna que yo conozca, lo hacen, cuando escribía no me sentía tan bien como con la historia de Dani y Paula. Esa historia es mejor que la otra, eso está claro, sobre todo porque ya he escrito todo el principio, y estamos en pleno nudo. Aunque, claro, nadie dice que esa historia vaya más allá de los 50 o 60 capítulos, 60 como máximo... porque supongo que para los 60 esta novela estará terminada y enterrada. Sólo voy por el 37, al fin y al cabo... 
Y he supuesto que, ya que no escribía la otra historia, algo debía escribir para mis bloguer@s preferid@s, ¿no? :P 
La idea se me ocurrió, como siempre, en clase. De verdad, cuando sea mayor y no sepa sobre qué escribir, me haré pasar por estudiante y me iré al colegio, porque es la mayor fuente de inspiraciones que he conocido jamás, más que la bañera y todo, ¡y eso que allí se inspiraba Einstein! ;) 
En fin, que la historia será contemporánea, y voy a dejaros aquí un trocito. Ahora ya no hay comentarios, como sabéis, pero podéis votar sobre si os gusta o no el extracto de la novela, o si creéis que promete, en la encuesta del margen de la página, ok? 
Bueno, no suelto más rollo, os lo dejo aquí: 

-¿Quién es, Courtney?-me preguntó Mia, una chica con cara de conejo. 
-¿Quién es quién?-pregunté. 
Ella me mostró "TeenTrends", la revista más leída por los adolescentes del momento. Y quién aparecía en primera plana? Yo, con el presentador del programa al que había ido, y una leyenda: "¿Encontraremos al Jay de Courtney?" Se referían al protagonista de mi novela. Jay y Jess, la pareja perfecta. Tenía envidia de unos personajes de mi imaginación, pero ¿quién no la tendría? Lo malo de convertirse en una escritora de un best-seller adolescente era que todo el mundo se enteraba de tus secretos. 
Mis compañeros de clase danzaban y reían a mi alrededor, preguntando todo el tiempo quién era aquel chico sobre el que había hablado en el programa de televisión la noche anterior. Me senté en mi pupitre, sintiéndome mareada, y noté cómo la mano de Sharon estrechaba la mía con fuerza.
-Tranquila, Court-me susurró-. Todo se arreglará pronto. 
La miré agradecida. Sharon era la mejor amiga que cualquier chica podría pedir. 
Y sin embargo, al momento siguiente ya no pensaba en Sharon... 
Porque él estaba ante la puerta de mi clase. Él, con sus ojos castaños, clavados en los míos con una fuerza devastadora. Sentí que el mundo se congelaba, y las risas de mis compañeros fueron sólo un sonido de fondo. Porque en aquel momento en el mundo sólo existíamos él y yo, nuestros ojos sosteniendo ambas miradas, y un pasado lleno de recuerdos felices.
Lo sabía. 
Estaba segura.

¿Y? ¿Os ha gustado? Había pensado en escoger otro párrafo de la novela, más "tenso" entre el chico misterioso y Courtney, pero no habríais entendido nada... espero que de éste sí hayáis pillado algo, aunque no esté muy claro. 
Y si no lo habéis hecho... ¡esperad a la publicación de la novela en el blog! La escribiré en Just Me, en la etiqueta "novela 2", para no liarme con más blogs de los que ya tengo :S
¡Ah, y votad en la encuesta, que es sólo un clic!! 
Un besako, 
Monica

martes, 26 de abril de 2011

Capítulo 37: Mónica, del otro bando

(del diario de Paula)
 
Estaba con Dani en el patio. De un tiempo a esta parte, pasaba todos los ratos libres con él y sus amigos. Dado que Mónica era antes mi única compañía, y se había marchado... había de decir que mi círculo de amistades se había nutrido considerablemente, y además con la "créme de la créme" de la clase.
Sin embargo, la echaba de menos...
Los amigos de Dani eran chicos en su mayoría, y las chicas pasaban demasiado tiempo observando a los tíos que estuvieran libres como para que pudiera hablar con ellas. Echaba de menos esos cotilleos de chicas, tan agradables y desprovistos de importancia.
Por suerte, en Dani había encontrado a un amigo, casi un hermano. La fuente de mi consuelo y mi alegría al llegar al colegio. Recibir mensajes suyos me hacía sentirme importante, mi madre me tomaba el pelo con él y ni siquiera me importaba, porque sabía que a él no le importaría tampoco.
Aquella mañana, me esperaba algo nuevo que los divertidos ratos con el grupillo. Apareció Mónica, con la mano cogida de la persona menos esperada... Nacho.
Pude notar ostensiblemente cómo Dani se tensaba a mi lado. Le miré con sorpresa, y volví a mirar a Mónica.
-¿De qué va esto?-me preguntó Dani, y yo me encogí de hombros.
-Hola, Paula-sonrió Mónica.
-Hola... ¿qué tal?
-Bien, claro. Con Nacho-soltó una risilla y él le besó en la mejilla de forma seductora.
-Oh-a Paula no se le ocurría qué decir. ¿Mónica se había puesto del otro bando?
-En fin, sólo pasaba a saludarte, Paula. Hasta luego.
Se fue, con Nacho cogiéndole de la cintura. Paula y Dani les miraron anonadados, y después, de pronto, pensaron en la ridiculez de aquel asunto. Mirándose los dos al mismo tiempo, se deshicieron en carcajadas.
 
 

domingo, 24 de abril de 2011

Me cambio de colegio

Bueno, ya lo sabía, aunque no era seguro. Además, esperaba irme en primero de bachillerato, no en cuarto de la ESO. Pero lo que pasa, pasa. 
No tengo muchas ganas, la verdad. Pero al menos, podré ponerlo en este blog, para consolarme. Mis amigas no dirán nada sobre el cambio, para no deprimirse ellas o porque no les importa, no lo sé. Tampoco se lo voy a preguntar, porque ya tengo suficiente con irme. Todavía me parece un sueño que es difícil que se haga realidad.
El caso es que ahora voy a ir haciendo entradas en homenaje a cada una de mis amigas o profesoras, por lo que voy a perder dentro de unos meses. 
Mi primer homenaje será a Lola, que es una de mis mejores amigas y la única del colegio, creo, que lee este blog.
A mí me ha costado seis años tener amigas como las que tengo, es decir, que me comprendan y que estén tan locas como yo. Con ellas te puedes reír a gusto y sin preocuparte del qué dirán. 
En el caso de Lola, yo creo que ha sido una de mis elecciones más acertadas. Porque, aunque al principio la odiaba, ahora somos muy buenas amigas.
Es la típica chica con la que no puedes dejar de meterte, básicamente porque no se defiende, sino que se ríe con tus bromas. Eso hace que todas las veces que te metes con ella se conviertan en una broma, lo que consigue que los enfados sean imposibles, porque ella lo tomará a broma tanto si quieres como si no. Al principio pensaba que cuando yo estaba realmente enfadada y ella lo tomaba en broma no lo hacía conscientemente, sino que le salía natural. Al cabo de un tiempo me enteré de que realmente sí lo hacía a propósito... y, si he de decir la verdad, conseguía que jamás nos enfadásemos más de unos minutos. Y aunque ahora me sé su truco, lo sigue consiguiendo... ¬¬
Siempre comprende a los demás perfectamente, y nunca se pone de parte de nadie, lo que irrita pero logra que no pierda las amigas. A veces, desearía sinceramente que no fuera tan neutral, pero con el tiempo he aprendido que sí tiene opiniones propias, aunque no lo parezca. Lo que ocurre es que las oculta para no dañar a los demás.
Lola es, de alguna manera, la clase de amiga que todo aquel con un carácter considerable querría tener: nunca te hace daño, siempre está dispuesta a escuchar y te defiende en todo momento. Aunque defienda también a los demás, y eso te haga sentir abandonada, en el fondo sabes que puedes contar con ella. 
Lola... will be friends forever. Please, don't forget. 

Capítulo 36: Ella caerá


(del diario de Alexis)

No iba a permitir que Mónica me quitase la victoria. Desde luego que no tenía posibilidades, pero prefería estar 100% segura de ello antes que despistarme y hacer el ridículo, una vez más.
-¡Nacho!-le llamé con una encantadora sonrisa.
Él se acercó, dejando a los amigos con los que estaba bromeando. Pude notar las miradas destilantes de envidia que lanzaban a Nacho, por haberle llamado yo; hubiera estado contenta, pero eso era muy habitual en mi rutina, y además, esos chicos no me interesaban para nada. Sólo les sonreí en consideración de Nacho, porque a él le caían bien.
-¿Qué pasa?-sonrió él.
-Bueno, hemos de decidir como hacer eso de Paula y Dani, ¿no?
-Oh, claro. ¿La técnica de darles celos serviría?
-Creo que sí-sonreí. Estaba yendo por el camino que yo quería. Él y yo haríamos ver que salíamos, y así Dani y Paula tendrían celos de ver que sus admiradores se habían esfumado. Entonces Paula reclamaría la atención de Nacho, pero él ya se habría comenzado a interesar mucho más por mí... como tenía que ser. Así, Paula y Dani se humillarían y se morirían de celos, y Nacho y yo tendríamos el destino que nos tocaba. En cuanto a Mónica... como amiga de Paula, se encargaría de transmitirle la información que le dijéramos a su amiguita, para mantenerla indirectamente al tanto de todo cuanto ocurriera entre Nacho y yo. Paula se lo diría a Dani, y listo. Todo lo que pudiera pasar, Mónica debería observarlo desde fuera, sin causar daños.
-Perfecto. Entonces, saldremos juntos. Al menos de forma ficticia.
-De acuerdo. Llamaré a Mónica para contárselo-la llamé, mirando su horroroso conjunto por encima del hombro. Seguramente creía que estaba deslumbrante, pero estaba segura de que a Nacho le parecía tan horrible como a mí.
Sin embargo, no fue así la cosa.
-Qué chulo eso que llevas-dijo Nacho, mirando la falda vaquera que se había puesto Mónica, y después su chaqueta de lana gris. Unas medias grises rodeaban sus piernas, y se ocultaban al final por unos botines de piel. Como he dicho, horrible. Pero a Nacho le gustaba ostensiblemente.
Procedió a explicar el plan:
-Mira, Mónica, hemos decidido que lo mejor para que Paula y Dani se fastidien es darles celos. Lo que significa que tendremos que salir juntos.
-Y tú les transmitirás las noticias que te demos a ellos dos-concluí yo.
Nacho me miró arqueando las cejas, sorprendido, y yo le pregunté qué ocurría.
-Oh, perdona, es que... yo me refería a que saldríamos juntos... Mónica y yo.
Me quedé de piedra. ¿Cómo? ¿Qué? ¿Mónica y él? Ah, no, de ninguna manera.
-Oh... vale.
¿Pero por qué había dicho eso? ¿Es que estaba loca? ¡No podía permitirlo!
-Bien, Mónica, para empezar, iremos juntos a comer hoy. Alexis, tú acércate a Paula y Dani y háblales de nosotros.
-Vale-mi boca seguía respondiendo por sí sola.
-En fin, yo creo que deberíamos empezar a actuar desde ya-sonrió él. Mónica le devolvió la sonrisa, radiante y también algo ruborizada por las atenciones de que estaba siendo objeto. Atenciones que deberían haber sido dirigidas a mí.
-Nacho, ¿podemos hablar un momento, por favor?-le pregunté.
-Claro.
Nos fuimos, dejando a Mónica sola.
-¿Qué quieres?-dijo él, siempre con su sonrisa seductora.
-En fin... que salgáis juntos de forma ficticia no significa que salgáis en realidad, ¿no?
-Claro que no. Yo quiero a Paula.
-Y yo a Dani, por supuesto-mentí rápidamente-. Pero mientras tanto, podríamos salir nosotros dos... solos, ¿no crees?
Él sonrió al entender lo que estaba diciendo. Le proponía, básicamente, ser "compañeros de penas". Lo mejor de todo era que Mónica no entraba en el plan. Me estaba rebajando, lo sabía, pero el premio final, ya casi asegurado, era mejor que cualquier humillación. Era Nacho.
-No pensaba que quisieras salir conmigo... pero si quieres, estaré encantado. ¿Hoy, en casa de Jorge, a las diez? Hay una fiesta.
Sonreí.
-Allí estaré.
Volvimos donde estaba Mónica, y debió interpretar mi sonrisa triunfal acertadamente, porque, desafiante, agarró la mano de Nacho con más fuerza.

viernes, 22 de abril de 2011

La pasión: un regalo, una inscripción y un amor infinito

Hoy, los cristianos conmemoramos el día de la Pasión y Muerte de Cristo. Jesús murió un viernes a las tres de la tarde, en el Calvario, clavado en una cruz y coronado de espinas. Le habían condenado a muerte por decir que era el Hijo de Dios. El emperador que le condenó, Poncio Pilato, realmente no creía que él tuviera que ser condenado a muerte, y por ello le preguntó si él era el hijo de Dios, para intentar salvarlo. Él pudo salvarse, pero no lo hizo... dijo la verdad, porque Él no quería salvarse. Quería salvarnos. A todos: blogueros, tuentiadictos, desde el parado más pobre hasta el banquero más rico. Desde su madre, que estaba al pie de su cruz, compartiendo su dolor, hasta todos aquellos soldados que le fustigaban con látigos hasta hacerle sangrar. A ti también, claro. Y a mí. 
Poncio Pilato-el susodicho emperador-hizo escribir una inscripción sobre la cruz: El rey de los judíos. Los sacerdotes que habían conseguido la condena de Jesús le dijeron: "Cambia la inscripción, y que ésta diga: El que decía ser el rey de los judíos". Pero Pilato les contestó: "Lo escrito, escrito está". Él no pensaba que Jesús estuviera mintiendo. Sin embargo, no tuvo el valor para defenderle de la muerte. Aun así, estoy segura de que un gesto como éste le hubiera llevado directo al cielo. 
Jesús estaba con las manos clavadas con clavos en la Cruz, con un hombro dislocado, la cabeza sangrante por culpa de la corona de espinas que le habían puesto. Su madre, María, compartía sollozando todo su dolor. Imaginaos que vuestra madre tiene que veros en una cruz: la Virgen María tuvo que sufrir ese tormento, un viernes, a las tres. A su lado, uno de los amigos de Jesús, llamado Juan, consolaba a María. Jesús todavía tuvo tiempo, moribundo como estaba, para hacer un último regalo a la humanidad, y, mirando a su madre, dijo: 
-Madre, aquí tienes a tu hijo. 
Al decir esto, señalaba a Juan. Y enseguida le dijo a éste:
-Hijo, aquí tienes a tu madre.
Gracias a estas palabras, ahora millones de personas pueden llamar Madre a la Virgen María. Porque Dios, con todo el amor que le caracteriza, nos la dio como Madre. A todos. Como he dicho antes: a ti, y también a mí. Yo ya la quiero. Tanto como quiero a Jesús. ¿Les quieres tú? 
No sé si les querrás, o creerás en ellos. Pero Jesucristo fue capaz de dar la vida por nosotros, por toda la humanidad. Tanto si crees o no que resucitó-ahora no voy a dar pruebas, aunque las haya-, por cualquiera puedes saber que existió y murió sin que de sus labios escapara un solo insulto o amenaza a sus asesinos. Me quiso, y te quiso. Por eso, cuando la gente se queda sin amor, o sin compañía, o cuando se enfrenta a la muerte por primera vez, muchas veces descubre a Dios. 
No esperes a esas situaciones. 
Encuéntralo ahora.
Ha muerto por ti... ¿qué vas a hacer tú por Él? 
Que le quieras es suficiente.

sábado, 16 de abril de 2011

Capítulo 35: Enfrentadas

(del diario de Alexis) 

Nadie imaginaba lo que me depararía aquel día. Parecía que todo me iba mal. A mí; a Alexis. No podía ser normal. Al fin y al cabo, soy un ídolo. No me podían hacer eso. 
Si el día anterior me había arreglado con esmero, intentando un look sencillo y agradable, que me hiciera alegre e inocente a ojos de Dani, como parecía Paula, hoy quise algo distinto. Busqué algo más atrevido en mi armario, como me parecía que era Nacho. Una minifalda vaquera y un top negro, con unos grandes aros plateados en las orejas, me hizo sentir lo suficientemente a la altura como para que Nacho me pidiera salir al instante. No es que necesitara estar a su altura, porque lo estaba ya, pero lo que sí era claro es que a él le gustaría que me arreglase ex profeso para verle. Caería al instante; ocurría siempre.
Mi pelo lo dejé de nuevo suelto, pero esta vez me lo ricé con algo de espuma. Parecía una salvaje cascada de oro, y combinaba de maravilla con el resto de mi aspecto. Cada día me las arreglaba para parecer más encantadora, y no sabía cómo. 
A la entrada del colegio, vi a varios chicos mirarme, por no hablar de los que me silbaron; me ocurría todos los días, pero ése más que nunca. 
-Hola, Nacho-sonreí de forma seductora, como le había visto hacer a él-. ¿Listo para empezar a trabajar? 
-Claro, claro-respondió de forma ausente. Ni siquiera me había mirado. Seguí con la vista la dirección que seguía su mirada. Llegaba hasta Mónica. No lo entendía. 
-¿Qué... estás haciendo? 
-¿Crees que Mónica saldría conmigo? 
-Pero... no, a ti te gusta Paula. No puedes salir con Mónica. No, de ninguna manera-se me escapó. Él me miró sonriendo. 
-¿Por qué te pones así? 
-No me pongo de ninguna forma.
¡Pues claro que me ponía así! ¡Dos pringadas robándome a los dos mejores chicos de la clase en unas semanas! ¡No era nada justo! ¡Es más, era una locura! ¿Es que Nacho no me veía? ¿Se habían vuelto ciegos los chicos guapos o qué? 
-Ya, bueno. Voy a hablar con Mónica.
Vi con impotencia como Nacho se dirigía a Mónica, y ésta, al principio sorprendida, hablaba con él con una naturalidad increíble. La vi reír mientras se enroscaba el pelo en un dedo. La típica reacción ante un flirteo, ¿eh? Pero no. No con Mónica. 
Fui también hacia Nacho. 
-Eh, Nacho, he pensado que podríamos comer juntos luego-dije, cogiéndole del brazo con una sonrisa.
Él también me sonrió. 
-Me parece bien, guapa. 
-Pero has dicho... que comerías conmigo-protestó Mónica, intentando no hacer notar su contrariedad.
-Comeremos los tres juntos. Así hablamos del asunto Dani y Paula. 
Se soltó de mi mano y acarició la de Mónica mientras me sonreía ligeramente.
-Nos vemos a la hora de la comida, ¿eh? 
Nacho se alejó, y yo observé a Mónica, fulminándola con la mirada.
-No te acerques a él. No tienes posibilidades, y si lo intentas... ya sabes. 
Observé complacida su mirada de indignación, y me alejé hacia Nacho. Él me cogió de la cintura, y me sentí otra vez como la reina victoriosa que era.

viernes, 15 de abril de 2011

Capítulo 34: Trío en unión

(del diario de Alexis) 


En cuanto llegué al colegio, toda mi humillación se había visto convertida en indignación. A mí, Alexis, nadie me daba la patada. Y mucho menos... Dani. Si yo no tenía lo que quería, por lo menos los demás no lo tendrían tampoco. Y con los demás me refería a Dani y a Paula, por supuesto. 
Había visto y observado mucho aquellos últimos días, y sabía qué era lo que tenía que hacer y con quién tenía que hablar. 
Primero, con Nacho. 
Después, con Mónica.
Dos claros y fáciles objetivos que me darían el resultado que quería. Mónica quedaría descartada en cuanto cumpliera su tarea, pero Nacho... quizá él podía quedarse un poco más. En aquellos momentos, estaba claro que era de los más solicitados, y no me importaría en absoluto tenerlo de mi lado. 
En clase, le pasé una nota:
Nacho, a la hora del recreo, junto al árbol de la entrada.
Le miré y asintió imperceptiblemente. Sonreí satisfecha y me concentré otra vez en la clase. Con Mónica arreglaría las cosas más tarde.
A la hora prevista, Nacho me esperaba en el lugar indicado. Con los pantalones vaqueros ligeramente caídos  y la camiseta cayendo desmayadamente a la altura de la cintura, me observó con sus ojos verdosos, directamente a los míos. Lo comparé interiormente: azul y verde. Gran combinación. 
-¿Qué es lo que querías?-me preguntó, sonriendo con aire seductor. 
-Sólo quiero tu ayuda. Para un tema que te interesa... Paula. 
Sus ojos se entrecerraron ligeramente, y carraspeó antes de decir: 
-¿Qué pasa con ella? 
-Sé que quieres salir con ella. Pero lamento decirte que es totalmente imposible, a menos que rompa con Dani por su propia voluntad. O... que ella crea que es voluntad suya.
-¿A qué te refieres? 
-A que... deberíamos hacer que rompieran. Ya sabes: yo con Dani, tú con Paula. Cada uno tiene lo que quiere, y ellos, a su vez, no tienen nada. 
A pesar de que ya no tenía esperanzas de salir con Dani, eso no tenía que decírselo a Nacho. Si le decía que sólo me impulsaban los celos, quizá desistía del plan. 
-De acuerdo. Me parece una buena idea-sonrió de nuevo. 
-También hemos de involucrar a... Mónica. Me consta que está enamorada de Dani. Hará todo lo que le pidamos. 
Él me guiñó un ojo y yo le dije que me iba a encargar de todo lo que concernía a la chica.
Fui a buscarla. Estaba sola en un rincón del patio. Me acerqué a ella y me senté a su lado. 
-Ei. 
-¿Quieres algo?-me preguntó con enfado. 
-Sólo quería saber qué tal con lo de Paula... bueno, sé que con el rollo de Dani y todo eso... 
-¿Qué sabes tú de Dani? 
-¡Ay, cariño, es tan evidente!-sonreí yo-. Pero no te preocupes, todas hemos estado coladas por Dani alguna vez. Incluida yo. Pero la estúpida de Paula lo ha conseguido... 
-No hables mal de ella-respondió, aumentando mi creciente irritación. ¡Sólo que estuviera hablando con ella, con una "pringada", ya era motivo de que mantuviera la boca cerrada! 
-No lo hago... pero ¿en serio no te fastidia que Paula te haya quitado al chico del que llevas tanto tiempo enamorada? Ella no lo sabía, cierto, pero eso qué importa. Es tu amiga.
Mónica se rascó la coronilla, preguntándose de dónde podía haber extraído aquella información. Apuntó al objetivo más fácil: 
-¿Te ha contado esto Paula? 
-Sí, por supuesto. Pero con una versión en la que tú eres la mala de la película-resoplé. Ella me miró sorprendida, y enseguida contestó con decisión: 
-¿Y qué piensas hacer? 
-Que rompan. Tú, yo, y Nacho. Lo conseguiremos entre los tres.
Pude ver la ilusión en su cara al escuchar que trabajaría conmigo y con Nacho. Sonreí. 
Todo estaba ya conseguido. 
Dani y Paula terminarían solos, y romperían. 
Dani quizá saldría con Mónica... vaya plan. Sería un amargado el resto de su existencia sólo por haber salido con ella. 
Y yo y Nacho... 
Estaba claro que pronto estaríamos juntos. 

jueves, 14 de abril de 2011

Capítulo 33: Haré lo que sea

(del diario de Alexis) 


Estaba en mi casa, a las siete de la mañana. Rebusqué una prenda que todavía no me hubiera puesto en mi enorme armario. Me vestí, me maquillé, y me dejé el cabello suelto, atándolo únicamente con una cinta en la parte alta de la frente. Hoy tenía que lucir. No podía dejar que Paula me ganase, así como así. 
Me dirigí al colegio caminando. Si me encontraba con Dani por el camino, todo sería mucho más fácil. Y al cabo de unos minutos, eso fue lo que ocurrió. Dani, con su paso despreocupado y su sonrisa perfecta, se dirigía también al instituto. Tenía el pelo alborotado por el viento, y el nuevo sol abrasador que nos abatía, incluso siendo abril, hacía que su mirada tuviera un brillo luminoso. 
Era perfecto. Perfecto como yo. 
Y tenía que ser mío. 
Para ser sincera, había más chicos en clase que me pudieran interesar; como, por ejemplo, el nuevo, Nacho. Pero no pensaba dejar que la mosquita muerta de Paula se quedara con una de mis posibles conquistas. Era humanamente imposible que Dani prefiriera su compañía, tan... antiestética, a la mía propia. 
-Ey, Dani-saludé, alzando graciosamente la mano. Sabía que mi elegancia era incomparable. 
-¿Qué hay?-respondió él, acelerando el paso. 
-No hace falta que te escapes tan rápido, chico-le dije sonriendo. 
-No me apetece mucho estar en tu compañía, después de todo lo que has hecho, ¿sabes?
Golpe bajo. ¿Qué derecho tenía de decirme a mí, que me había preparado especialmente para él, aunque no hiciera falta, que no quería estar conmigo? ¿Es que no notaba el dorado brillo que desprendía mi pelo aquella mañana? ¿O lo azules que volvía mis ojos aquella cinta celeste? ¿Es que era un inepto total, o quizás era ciego? 
-Pues yo creo que deberíamos hablarlo-dije, comenzando a perder la paciencia. Me puse a su altura, y comencé mi discurso-: Mira, yo nunca hablo con los chicos que no me interesan, y mucho menos intento buscar su compañía, ¿de acuerdo? Ni siquiera busco la de los que me interesan, porque son ellos quienes me buscan a mí. Así que considera esto como una ocasión especial, que probablemente no tendrás motivos para volver a pasar por ella. Sólo quiero hacerte una pregunta.
-¿Y por qué no la haces y te ahorras todo ese discurso?-me respondió él, con aire aburrido. Mi indignación alcanzó puntos insospechados con eso. 
-Te la haré, por supuesto: bien, ¿por qué Paula? 
-Creo que esa pregunta ya la respondí una vez.
-Y no la entendí. 
-Será porque sólo  te fijas en lo de fuera.
-¿Cómo? 
-No creo que nunca hayas sentido eso de las mariposas en el estómago, ni nada.
-No creo que lo hayas sentido tú. 
-En eso te equivocas-dijo Dani sonriendo-. Ya lo he sentido, aunque sea sólo con una persona. 
Me arrimé a él, satisfecha. Lo había conseguido. Pasé mi mano por su cintura y apoyé mi cabeza en su hombro. 
-Sabía que dirías eso. Yo también siento lo mismo por ti. 
-Eh... lo siento, Alexis. Estaba hablando de Paula.
-¿Cómo? 
-Sí, y lo sabes bien. Paula es la chica con la que salgo; si sintiera algo por ti, saldría contigo. Además, no me imagino toda la vida contigo; sólo uno o dos días. Con Paula, en cambio, me puedo imaginar hasta viejo. 
-No hace falta que salgas conmigo toda la vida.
-Ésa es la diferencia entre tú y yo. Quiero seguir con Paula toda la vida, si es posible. ¿Puedo hacerlo? Sí, puedo. Sé que ella piensa como yo. 
-¿Qué, le has pedido matrimonio o algo parecido?-me burlé yo. 
-No, pero hemos hablado del futuro... y sé que, si todo sale bien entre ambos, si superamos los obstáculos, algún día hablaremos de ello. 
Llegamos a la entrada del instituto y él, volviendo a acelerar la marcha, se fue a la clase. Yo, en cambio, me quedé allí, a la entrada.
Tocada... y hundida.
Ahora sí que había perdido del todo.

miércoles, 13 de abril de 2011

Trabajo de investigación+ Kelly&Lune

Hola, blogueros!!
He visto los regalitos de Lune, y me han encantado!! Muchas gracias!! Y a ti también, Kelly, por poner ese botón :) Sois las mejores!!!
Bueno, ahora mismo estoy en el cole porque tengo trabajo de investigación que lo hacemos en fin de trimestrales. Es muy aburrido, todo de buscar anuncios y tal... pero seguro que al final queda chulo. El caso es que podemos traer los ordenadores de casa y he aprovechado para pasarme por el blog :)
No os preocupéis, que la historia entre Dani y Paula continuará pronto! Muy pronto! Seguramente hoy mismo escribo otro capítulo, así que tranquis!! Jajaja.
Bueno, viene la profe...
Un beso blogueras!!
Monica

viernes, 8 de abril de 2011

Desgracia


Hola...
Hoy, no tengo tiempo para saludos alegres. Lo siento mucho. Pero que sepáis que tiene que ver con el blog.
Me explico:
Le expliqué a mi padre todo aquello del blog, de las entradas y de los comentarios. Y su opinión: no puedo hablar con gente que no conozco, ni tampoco que esas personas me hablen a mí, ya que podrían ser cualquiera. Entendedme, no es que esté dudando de vuestra identidad o de lo que habéis contado hasta ahora, pero mi padre tiene un poco la razón: tanto vosotras como yo podríamos ser cualquiera. Desde una niña de ocho años hasta un pederasta de cincuenta, ambos perfiles escondidos tras una preciosa y dulce chica de quince. ¿Es o no es cierto? Ya que estoy, os advierto sobre esto: no os hagáis excesivamente amigas de alguien a quien no conozcáis. Yo, por ejemplo, os comento, pero tengo un nombre y un email falso, y jamás cito lugares ni digo nombres o números que puedan comprometerme seriamente, al igual que no cuelgo fotos o vídeos de mí misma. Es una simple medida de seguridad. Os cuento muchas cosas de mi vida, cosas secretas incluso, pero realmente privadas, no. Como hacemos todas, supongo.
El caso es que mi padre ha decidido que cierre todos mis blogs. Bueno, eso dijo al principio. Pero al final se ha quedado con que este blog no sea abierto: es decir, que cualquiera pueda leerlo (¡por suerte!), pero que no puedan dejar comentarios. Tampoco yo podré leer o comentar vuestros blogs... y eso es lo que más me fastidia de todo.
Es decir: a partir de ahora, sólo podréis leerme. Ahora sé que sólo se quedarán aquellos a quienes realmente interese mi historia, y las anécdotas de mi vida, no quienes quieran conseguir un seguidor, un comentario o una visita más. Es decir, aquellos que realmente disfrutan con mi historia. No sabré quienes sois porque no podréis comentarme; y aunque pudierais, mi padre tampoco me dejaría leer los comentarios. Podría leerlos cuando quisiera, pero por desgracia tengo más remordimientos que cualquier persona habida y por haber en este Universo. Y seguro que él mirará que haya vetado los comentarios...
Bueno, ahora supongo que llega la despedida. Es decir, seguiré escribiendo en todos los blogs (¿cómo podría dejar de hacerlo?) pero no será lo mismo, eso seguro. Estos blogs han ocupado una gran parte de mi tiempo en internet; ya sabéis, la ilusión de observar los comentarios, las risas con vuestras anécdotas y la emoción en que me dejan, flotando, vuestras historias, ¡tan bien escritas y tan interesantes!
Sólo quiero deciros lo bien que lo he pasado todo este tiempo, y que, aunque nunca nos hayamos visto, siempre he pensado que escribís muy bien, y que podéis llegar lejos. Siempre se consigue cualquier cosa con la imaginación.
Esta es la última entrada en que podréis dejar comentarios. Dentro de unos días, los vetaré. Espero vuestra despedida, ya que no os leeré nunca más... quizá un pedido en Demi's Thoughts, y, tras muchas súplicas, unas cuantas visitas a vuestros blogs-no comentaré pero lo mencionaré en mis entradas-. Me ha gustado mucho leer todos vuestros blogs, y espero que lo sigáis haciendo mucho más tiempo.
Rezaré por eso :)
Un beso muy, muy grande, a todas vosotras, blogueras. Siento que esto haya ocurrido, aunque en realidad, es lo mejor para mí y mi seguridad como adolescente que soy. Hasta que no sea adulta y pueda cuidar de mí misma, el blog seguirá igual... pero ¿quién dice que no lo conservaré hasta los dieciocho? ;)
Monica

domingo, 3 de abril de 2011

Wordpress!!

Hola!!
Hoy, vagueando en Internet, he decidido hacerme un Wordpress, es decir, un blog en otro directorio. A ver qué os parece!! Espero que os guste, aunque sólo acabo de empezar y apenas sé cómo se utiliza nada.
Esta es la URL: http://monifuente.wordpress.com
Bueno, ahora me he de ir corriendo a Misa, que todavía no he ido y si no llego ya no podré ir!!! Un besazo, pasaos!!
Monica

Header!

Hola!!!
Esta es la primera vez que tengo un header, y ha sido gracias, como siempre, a mi "codiseñadora" Lune*, de Demi's Thoughts Designs. En este blog puedes hacer pedidos de botones, headers, fondos, ¡lo que quieras! Y normalmente en menos de una semana lo tienes listo. Puedes pedir las fotos, los colores y los arreglos que quieras, es fácil y rapidísimo. Os lo recomiendo si queréis rediseñar vuestro blog o añadir elemenots nuevos.
Muchas gracias Lune!!!
Te haré un premio especial para agradecértelo... en cuanto me enseñes a usar Photoshop ;)
Un beso!!

sábado, 2 de abril de 2011

Diferencias

Son personas, como tantas otras.
Son como niños que buscan el amor de su madre; no importa la edad que tengan.
No son conscientes de sus actos; por ello, jamás harían algo con malicia.
Son cariñosos.
Son alegres.
Son optimistas.
Sonríen a la adversidad.
Luchan a contracorriente.
Tienen que soportar cargas que nadie más podría soportar.
Necesitan el amor.
Pero pueden vivir en este mundo, porque este mundo necesita ahora personas como ellos...

Y yo digo, si éste niño puede vivir...


¿Me explicáis por qué ésta no? 





El Síndrome de down es una enfermedad congénita. Aquellos que nacen con ella tienen muchas limitaciones. En España, se permite el aborto, y si el niño en cuestión tiene Síndrome de Down, te dejan abortar hasta el sexto o séptimo mes.
Para ellos, esta niña no es una persona.
Pues os diré una cosa: mi prima tiene Síndrome de Down, tiene seis años y es una de las mejores personas que jamás he conocido. 
Cada día doy gracias de que mis tíos fueran lo suficientemente humanos como para no abortar, es más, para volcarse en ella el resto de su vida. 
¿Os parece que es no normal, o natural, sino HUMANO matar a una vida por ser diferente? Si no os gusta la discriminación, como decís... estoy segura de que este tipo de discriminación os gustará todavía menos. 
Nosotras somos el futuro de este país, del país del que seamos. 
¿Vamos a dejar que sigan así las cosas?
No sé vosotras.
Yo, desde luego, NO. 


viernes, 1 de abril de 2011

El dinero NO da la felicidad


Mis Superdulces 16 es un programa de la MTV. Quizá lo conocéis, pero por si acaso os lo explico: chicos de 16 que son asquerosamente ricos y deciden celebrar a lo grande su decimosexto cumpleaños.
El que ahora mismo estoy viendo va sobre una chica que desde hace 5 meses se ha apasionado por el estilo hypy y decide que su fiesta será sobre eso. Lo tendrá todo: un coche Cadillac-lo mejor para los hypy-, un pinchadiscos que es la créme de la créme de la música hypy y un fiestón en un local demasiado grande para que sea cierto. Hay modelos, muchísima gente y la fiesta es de una calidad excepcional. El problema es que todo el mundo la disfruta, menos la propia anfitriona. ¿Por qué? Porque sólo hace que preocuparse de que todo sea increíblemente perfecto y criticar a aquellos que no lo hagan todo bien.
Mirad, acaba de empezar otro. Ahora la protagonista es una chica rubia de ojos azules, de nombre Savannah. La madre es increíble, en el peor de todos los sentidos. Un ejemplo: le dice a su hija que no le va a comprar un vestido de miles de dólares para su entrada y para que luego se ponga otro. Todo parece que va bien, que la madre es muy sensata, pero de pronto aparece detrás de su hija diciendo que ella se pondrá uno de esos vestidos de miles de dólares-uno que era uno de los que Savannah había querido ponerse-si ella, es decir Savannah, quiere llevar uno de ésos. Su hija acepta pero dice que entonces su madre le quitará el protagonismo. Por muy creída que sea (su primera frase es: "todos quieren ser como yo, soy rubia, de ojos azules y morenísima, ¡lo tengo todo!" textualmente), lo cierto es que su madre sólo quiere destacar más que ella.
Todo esto, por tener dinero...
Vaya una vida más triste.