A thousand years

I have died everyday waiting for you...
I loved you for a thousand years, and I'll love you for a thousand more...

Confusión

Confusión es que, durante un segundo, todo sea perfecto, y al siguiente todo se haya desmoronado.
Confusión es que gente con la que antes podías hablar durante horas ahora te resulta desconocida.
Confusión es que tú me estés matando con tu indiferencia y ni siquiera te des cuenta de ello...
Confusión es que todo aquello que antes te resultaba agradable ahora te resulte incómodo.
Confusión es tener 15 años...
Confusión, es ser yo.

Hazme dudar

A veces, tus palabras me dejan tan claro que no soy ni seré la persona que te importa...
Otras veces, sin embargo, una frase tuya me deja flotando en el aire, recreándome en ilusiones imposibles, en sueños y fantasías que sé que no se cumplirán y aun así, me veo capaz de imaginar.
Luego, cualquier situación consigue que todas esas ilusiones se rompan en miles de pedazos.
Hazme dudar, una sola vez más, y te juro que no descansaré hasta que desaparezcas para siempre de mi vida...

No puedo impedirte nada

No puedo impedirte sentir nada.

No puedo impedir que conozcas, que hables, que rías, que quieras.

No puedo impedir que te enamores otra vez.

No puedo impedirte ser tú... 

Pero me encantaría que fueras tú quien me quisiera, sin impedimentos.

Pensamientos con Bécquer

Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿por qué callé aquel día?
y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?

Lágrimas

Lágrimas que derramas por alguien a quien no le importas.
Lágrimas que ese alguien jamás sabrá que tú derramaste.
Lágrimas que desearías no derramar nunca.
Lágrimas que no tienen sentido, porque el dolor del que se derivan aparece de la inexistencia de sentimientos.
Lágrimas que mañana, cuando las descubras, empapando tu almohada, te arrepentirás de haber derramado.
No merece esas lágrimas. No merece tu tiempo, tus pensamientos ni tu cariño.
No te merece a ti, pero... ¿Alguna vez serás capaz de aceptar eso en lugar de pensar que eres tú quien no lo merece?
Lágrimas vuelven a caer mientras una eterna negativa echa raíces, cada vez más profundas, en tu corazón.

Y es entonces...

Cuando creías que la herida ya estaba cerrada...
Cuando pensabas que el corazón se había endurecido...
Cuando todo volvía a ser como antes...
Es entonces cuando, de pronto, te decides a asomarte a tu interior.
Y descubres la verdad.
La herida todavía sangra, el corazón todavía agoniza, tratando de olvidar lo inolvidable, de no imaginar lo inimaginable, de no soñar con lo imposible.
Es entonces cuando estallas y las lágrimas que guardabas con tanto cuidado brotan a raudales.
Es entonces cuando descubres que, contra todo pronóstico, todavía te importa.