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jueves, 15 de septiembre de 2011

No lo sé ni yo...

¿Cómo me siento? ¿Quién me gusta? ¿A quién quiero ver? ¿Con quién necesito hablar? ¿Qué es lo que quiero hacer con mi vida? ¿Quiénes son mis amigas? ¿Qué he de decir y hacer? ¿Dónde quiero estar? ¿Adónde quiero llegar?
Son un montón de preguntas sin respuesta, y lo digo porque la respuesta no la sé ni yo... Todas las tardes, al llegar a casa, lo único que siento es una enorme inseguridad. Y, al llegar al colegio por la mañana, siento conformismo, que estoy bien donde estoy, aunque tampoco esté muerta del encanto. Simplemente, bien, ni a gusto ni a disgusto.
Luego pienso en él, y la sensación de vacío es todavía mayor... ¿Por qué tiene que existir? ¿No puedo olvidarlo como si nunca lo hubiera conocido? No, claro que no puedo, aunque ojalá pudiera. No sé qué me da más miedo: volver al colegio, donde estoy en un estado de ánimo tan intermedio que ni siquiera parece que sienta nada, y por lo tanto me siento como una especie de cuerpo sin vida, como mínimo, aunque solo me doy cuenta al llegar a casa y repasar cómo ha ido el día. Después, en casa, la explosión de sentimientos tristes es tan grande que me gustaría que terminasen todos de una vez, pero no volviendo al colegio y a ese ánimo inexistente, sino... al que tenía antes, al de siempre.
Al de reírme hasta no poder más, hasta que me duela la tripa, llorar de felicidad, gritar, correr por los pasillos, saltar, bailar sin ningún motivo, hacer bromas constantemente... Como una niña más, como la niña que quizá estoy empezando a dejar de ser, aunque desearía que no fuera así. 
¿Alguna vez habéis sentido algo semejante? ¿O soy la única que se siente tan insegura, tan destrozada y tan triste a veces? ¿La única a la que le parece que su alegría-las pocas veces que la tiene-es irracional y fingida? 
Decidme que no, por favor, porque cada vez me siento más sola: yo, y mi extraño ánimo, que siempre está desaparecido o hecho polvo. Y no sé qué es peor: sentir dolor todo el tiempo o no sentir nunca nada.
Monica 

3 comentarios:

  1. Preguntas sin respuesta, todos nos las hacemos.

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  2. no estas sola, yo el 85% del tiempo estoy como tu, menos cuando estoy con mis amigas (las de verdad) o hablando con el... entonces soy feliz por un rato

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  3. Me sentí así durante todo el primer semestre de clases (marzo-julio) y es irritante, porque cuando una llega a casa le viene la tristeza y todo el bajón, y cuando se está en clases es un estado tan neutro que parece que no tienes nada adentro. Te comprendo perfectamente, pero con el tiempo se comienza a remediar un poco, no del todo, pero se hace más fácil. Quizás las cosas no cambien realmente sino que una se acostumbra, no lo sé, pero de alguna forma se hace más llevadero, te lo aseguro, por lo menos eso me pasó y me pasa a mi, porque describiste a la perfección en tu entrada cómo me sentía jaja
    Girl

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