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sábado, 19 de marzo de 2011

Excelencia literaria

Sí, ¡me han dejado publicarlo en el blog! ¡Estoy tan contenta! Espero que os guste la historia. Por si no la pilláis (es un poco subliminal), es la historia de una mujer feliz con su pareja, a la que le surge un problema, que debería considerar una bendición en realidad... el embarazo. Una historia para pensar. A ver qué os parece, ¡comentad mucho!
Un cuento sin final feliz
Para la niña, aquello era como una aventura. Cada tarde, a la misma hora, se asomaba a la verja de la casa y observaba en el interior. Rodeaba el edificio un jardincillo atestado de flores, que parecía hecho expresamente para ellos. 
¡Parecían tan felices! La pequeña les observaba, curiosa, todo el tiempo que pasaban en el jardín: ella era joven, de ojos azules y cabellos castaños, que enmarcaban su rostro como una cascada que fluía por sus hombros. Él parecía un hombre prudente, modesto y satisfecho de la vida: emanaba seguridad en sí mismo. Y ambos estaban hechos el uno para el otro, viendo pasar el tiempo en su jardín de ensueño, riendo, charlando y meditando. De vez en cuando la veían, asomada a la verja, y le dedicaban una sonrisa. La niña se la devolvía con ojos brillantes.
Un día, la joven observadora se quedó más tiempo del acostumbrado, porque ellos no salieron al jardín. Ya comenzaba a anochecer cuando les oyó discutir. Sus siluetas se recortaban contra la ventana del salón. Él hablaba a viva voz, y ella sollozaba, negándose a escuchar. Al final, él salió por una puerta y la dejó sola.
Las discusiones nocturnas continuaban. La pequeña no se perdía una sola, porque casi las sentía como algo suyo, aunque apenas supiera lo que estaba ocurriendo. Acudía cada tarde a su cita con ellos, a pesar de que ya nunca venían. A veces estaba ella, sola. Miraba a la niña todo el tiempo, y después apoyaba una mano en su vientre (que, extrañamente, parecía abultado) y suspiraba. Los surcos que habían dejado las lágrimas en sus mejillas eran siempre visibles en su rostro. 
A la pequeña, él le parecía más malvado cada día que pasaba. ¿Cómo podía dejar que ella se sintiera tan triste? ¿Por qué no iba a consolarla? Estaba claro que la quería mucho. Pero la niña no podía entender nada de aquello, porque sólo juzgaba por lo que veía, y la veía a ella, sola y desamparada, siempre con una mano en el vientre y los ojos clavados en la pequeña espía. 
Algunos días, la pequeña podía ver más siluetas en el salón, que se acercaban a la mujer y le decían cosas. Sin embargo, ella siempre les rechazaba. A veces parecía que escuchaba interesada, pero en un momento u otro siempre sucumbía al llanto. 
Una noche, la niña oyó algo extraño. Parecía que él había dejado de hablar; pero aguzando los oídos, se dio cuenta de que simplemente había dejado de gritar. Le estaba diciendo algo a media voz a ella. Y ella seguía inmóvil, como cada vez que peleaba con él. De pronto, él se acercó a ella, y abriendo los brazos, la instó para que fuera a resguardarse entre ellos. Ella lo hizo, mientras sus hombros se sacudían a causa de sus sollozos, y ambos se quedaron así un buen rato, en silencio. 
La niña estaba muy contenta, porque ellos volvían a quererse, y volverían al jardín en poco tiempo. Estaba segura. Si otra vez se amaban, todo volvería a ser como antes.
Durante unos días, nadie acudió a saciar la curiosidad de la pequeña por las tardes. Pero un atardecer aparecieron los dos. Estaban juntos. Él parecía aliviado, de nuevo sereno; ella... No hubiera sabido qué decir de ella. 
El bulto que había habido en su vientre días antes había desaparecido sin dejar rastro. Y sin embargo, no era su cuerpo lo que había cambiado: eran su rostro, sus ojos, los que más acusaban aquella diferencia con el pasado. Parecían presos de una tristeza infinita, insuperable. Ella miró a la niña con expresión ausente, y en sus ojos brillaron, solitarias, dos lágrimas. 
La pequeña la observó un segundo, y desapareció tras la verja. No podía comprender aquello, pero notaba en el aire que faltaba algo. 
Faltaba vida.

Espero que os haya gustado, y también que la hayáis comprendido... eso les ha pasado a miles de mujeres con el aborto, tanto voluntario como involuntario. Porque sí, hay gente que ha deseado tener un hijo, y lo ha perdido. Esos padres no comprenden cómo hay gente que puede tirar a sus hijos, como si fueran basura. No puede entender que exista tanta maldad, y que esté apoyada por la sociedad. Y por mucho que el Gobierno diga que se trata de los derechos de la mujer, como podéis ver reflejado en mi historia, ella no quiso deshacerse de su hijo: su familia, sus amigos, y su marido, a quien ella amaba más que a nadie, la obligaron. Sí, la obligaron. Porque no quisieron reconciliarse hasta que ella, sintiéndose desgraciada, aceptó. Aun sin estar de acuerdo con ello. 
¡Qué grandes derechos, y en qué sociedad más buena y libre vivimos!

8 comentarios:

  1. Holaa!
    Me encanto la historia! Y la verdad, esto sucede muchas veces en el mundo.
    Un besazo!

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  2. precioso, totalmente precioso. Yo estoy trabando e ello(sobre el aborto) para una escultura del certamen de arte.
    Yo lo tengo claro, si me quedase embarazada, aunque fuese por equivocación, lo tendría. A no ser que viniese mal o fuera por una violacion (Dios o quien sea, no lo quiera!)

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  3. no me extraña que te lo hayan publicado
    WAW!!! es precioso!!
    pobre mujer debe ser muy duro que nadie te apoye, ni si quiera la persona de la que estás enamorada D=
    1Bsoo

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  4. kelly, piensa que por una violacion tampoco has de dejar de tenerlo... ya te han violado, y encima el violador conseguirá que se efectue un asesinato... dos crimenes en lugar de uno. en fin, tranquila que no creo que te violen y menos que quedes embarazada por ello, jajajaja seria muxa casualidad!!

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  5. Hermoso, me llenó los ojos de lágrimas.
    Me parece muy duro que se viera obligada a matar a su propio hijo por la gente que en teoría la quiere. Nadie merece eso.
    Es una historia preciosa, Mónica. Merece ser publicada, te lo digo de corazón.
    Un besazo,
    Lune*

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  6. Es preciosa la historia.
    Tienes toda la razón con el tema del aborto, mereces que la publiquen, es genial, y puedes imaginarte con toda perfeccion que es lo que ocurre en ella.

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  7. Es preciosa la historia, me encantó y me dio mucha tristeza la pobre mujer.
    Oye, no sé si tu leerás mi novela, pero yo tenía pensado algo parecido para ella entonces no sé si ahora te molestarás porque se parece demasiado XDD
    Me avisas en mi blog porfis! Es que si no tengo que hacerme el final de nuevo, pero si te molesta no hay problema que lo hago jeje
    Girl

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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