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martes, 8 de marzo de 2011

Capítulo 29: Si no quieres, no me creas

(del diario de Paula) 
Pasé aquel día entre nubes... pero no eran para nada nubes de algodón. No, más bien eran nubes de tormenta. Porque me sentía confusa, y triste, y enfadada al mismo tiempo. Lo que le había dicho a Nacho me había hecho reflexionar a mí misma: ¿había olvidado a Dani? ¿Lo había superado ya? No, estaba claro que no. Y era normal. Estas cosas necesitan tiempo, y apenas habían pasado 24 horas. Pero aun así, no veía nada claro que pudiera olvidarme de él... nunca. Siempre ocurre eso al principio, lo sé, así que ¿podía culparme de que también a mí me ocurriera?
Tras pasar un montón de clases sin hacer nada más que pensar y meditar, evitando las preguntas de Mónica, rehuyendo las miradas de Nacho y escapando a las preguntas de los profesores (huelga decir que también me escondía de Dani, aunque apenas le vi durante todo el día), pude escapar del instituto y volver a casa.
En el camino, decidí coger un atajo. No tenía ningunas ganas de retrasarme a la hora de volver, y mucho menos de ver esa feliz expresión en todas las caras de los alumnos que salían del colegio, advertir las miraditas que se echaban unos a otros en un torpe intento de flirteo, y los gritos y exclamaciones de los grupos de amigos en los que yo jamás, jamás, me encontraría.
Sin embargo, reconozco que fue un craso error. O quizá no... en fin, lo que pasó fue lo siguiente: yo estaba caminando por la callejuela en que me había metido, y de pronto oí unos pasos detrás de mí. Casi inconscientemente, sin mucho interés, me volví a ver quién era. Era un grupo de chicos de mala pinta, algo más mayores que yo. Me observaron fijamente cuando me volví. De forma mucho más consciente, aceleré el paso, esperando dar pronto con una avenida abierta o algo parecido que me permitiera escapar al mal presentimiento que se cernía sobre mí.
No llegué a tiempo. Antes de alcanzar el final de la calle, pude sentir la respiración de ellos sobre mi cabeza. No me di la vuelta.
-Eh, espéranos-dijo uno de ellos burlonamente.
Me volví.
-¿Qué pasa? No mordemos-soltó un tipo gordo y grasiento, sonriendo.
-Quédate un rato con nosotros...
-Tengo prisa-respondí. Las manos me temblaban.
-No exigimos que te quedes tú, pero puedes darnos tu cartera-dijo el que parecía ser el cabecilla-. Hay dos alternativas: nos das tú tu cartera, o te damos nosotros unos cuantos puñetazos. Puedes escoger, es self-service.
Todo el grupo se rió a carcajadas de la idiotez que acababa de decir ese tío. Yo caminaba para atrás, desesperada, hasta que choqué con una persona. Soltando un suspiro de alivio, me volví. La respiración se me cortó al ver a Dani. No me miraba: dirigía la vista al grupo de chicos, que de pronto se había quedado callado.
-Eh, Dani, ¿nos ayudas?-dijo uno de ellos de forma insegura.
-Venga, tíos, ¿seguís con eso? Buscaos un trabajo-resopló él.
-Nunca te ha gustado la juerga. Vaya mierda de vida que llevas-dijo el cabecilla.
-Nunca me ha gustado hacer el idiota, y la mierda te la llevas tú-respondió Dani tranquilamente. Yo estaba a su lado, cada vez más alucinada. Él solo no iba a poder hacer frente a todos ellos, y ya podía yo ayudarle... seguramente no hacía más que empeorar la pelea.
Una pelea que, sin embargo, no llegó a producirse.
-Pues nada, chicos, nos vamos-sonrió el cabecilla. Le dio la mano a Dani-: Nos vemos, chaval.
-Cuando seáis un poco normales-dijo él.
El grupo se fue.
-Dani, yo...-comencé.
Él no me dejó acabar.
-Mira, Paula, no digas nada. Hago esto por ellos, no para que te desenfades conmigo, ¿vale? Prefiero que me creas, pero ya veo que no vas a hacerlo.
Me quedé mirándole sorprendida. Siempre había supuesto que la enfadada debía ser yo, pero ahora veía que él tenía sus motivos... que quizá sí iba en serio su historia sobre Nacho. Me pasaron por la cabeza imágenes de Nacho pidiéndome salir, en la cafetería cogiéndome la mano... comenzaba a verlo claro.
-Quizá tengas ra...
Dani había desaparecido.

3 comentarios:

  1. AAAAAAAAA! Pero.... AAAAAYYYY que rabiaaaaa! Tiene que buscarlo y decirselo! Me encantó! Dani... awww lo amé estaba protegiendo a Paula (aunque no lo admitiera¬¬), que tiernooo!
    Girl

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  2. pues claro q tiene razon chica!!!!! pero como te va a mentir un chico tan rico como Dani IMPOSIBLE
    corre y diselooooooo xD
    q bonito el capitulo, protegiendo a su amada x)
    1Bsazoo

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  3. ¡Hola Mónica! hacía mucho tiempo que no comentaba en tu blog. Eso no quiere decir que no lo vea, eh ;)
    Pues, me ha encantado este capítulo =D Espero que publiques el capítulo 30 pronto y a ver que nos relatas.



    Un saludo,
    La creadora de Ruki(Clara).

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Hola! Como veis, vuelvo a tener comentarios! ^^
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