Datos personales

Mi foto
Una persona como cualquier otra, que necesita escribir tanto como respirar.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Capítulo 32: Ahora, Mónica

(del diario de Paula) 

Por si no teníamos suficiente con Nacho, a Dani y a mí nos esperaba otra sorpresa... aunque más dolorosa para mí que para Dani. 
Como yo había visto que Mónica seguía distante desde que yo salía con Dani, le pregunté de nuevo si le ocurría algo, y me respondió que no, que eran mis paranoias. Imaginé que así sería en realidad.
Entonces, por la tarde, al finalizar las clases, vino hacia mí. 
-Paula, antes te he mentido-confesó-. En realidad, sí me pasa algo... y tiene que ver contigo y con Dani.
-No será que no te hago caso, ¿no? Porque lo intento, pero es que estás tan rara que... en serio, no sé qué decir. 
-No... no es eso. Es sólo que... bueno... 
-Dímelo, anda.
-Me gusta Dani. 
Su comentario me golpeó directo en plena cara. No se me había ocurrido, ni por un instante, esa posibilidad. La miré incrédula, sorprendida y dolida, aunque no sabía bien por qué. 
-¿Desde...cuándo?-le pregunté, por abordar el tema menos conflictivo de la conversación.
-Desde siempre.
-¿Y nunca me lo has dicho?
-¡Es que tú le odiabas, Paula! ¿Cómo iba a decírtelo?
Tenía razón. Si me lo hubiera dicho hubiera tratado por todos los medios de convencerla de que cambiara de opinión. Imposible hacer otra cosa. Con lo insoportable que era Dani entonces... ¿cómo iba yo a saber que terminaríamos saliendo? Decídmelo un año antes, y os mando al psicólogo... en fin... 
-Y... ¿qué piensas hacer?-le pregunté. No se me ocurría qué más decir... como ya he dicho, no había imaginado nunca esa situación tan embarazosa, por no decir dolorosa, para ambas. 
-No lo sé. ¿Qué vas a hacer tú?-me retó, desafiante. Estaba claro que se refería a si pensaba dejar a Dani para que ella tuviera el camino libre.
Bajé la mirada al suelo y enrojecí. De mis labios se escapó un murmullo: 
-Pero es que yo le gusto, y él a mí... no puedo hacerle eso. Estaría mintiendo si le dejara. Y no quiero dejarle. 
-Ni siquiera por tu mejor amiga, claro. Eso no hubiera pasado cuando eras una pringada y sólo te hablaba yo. 
-Pero no es mi culpa si no me contaste antes lo que sentías. Hubiera intentado hacer algo al respecto. Ahora es... tarde-respondí. Apenas me salía la voz, y se apoderó de mí la tristeza, aunque sabía que yo tenía la razón. No podía dejar a Dani, por más que me doliera, sólo porque a ella le gustara. Ni siquiera había hablado antes con él, o no mucho. Y yo... le quería. Lo sabía. Sólo había empezado a quererle, porque era pronto, no habíamos tenido tiempo, pero los problemas que habíamos tenido, tan inoportunos, sólo al comenzar la relación, me habían hecho avanzar más rápido en aquel terreno, más rápido que nunca.
-Pues, si tú no vas a ayudarme... considera que hemos acabado. Ya no tengo nada que hablar contigo. 
-¡Ni siquiera le conoces! ¿Por qué tanto empeño?-le pregunté a la desesperada.
-Porque quise conocerle antes que tú, y tú te has adelantado. 
-¡Él pensaba así sobre mí desde el principio! Yo no tengo la culpa. 
-Sólo te diré una cosa. Para que lo sepas-me dijo ella. 
-¿Qué?
-Pienso luchar. No serás la única, ni mucho menos. 
Se dio la vuelta y se fue con porte belicoso. 
Suspiré profundamente. No sabía si de rabia, de impotencia o de tristeza.
Primero había sido Alexis. Luego, Nacho.
Ahora, Mónica.
¿Es que aquello no terminaría nunca? 

3 comentarios:

  1. vamos, pues para tener una amiga como mónica prefiero no tenerla...¡vaya cara!

    ResponderEliminar
  2. que mala amiga!!! una verdadera amiga no hace eso!!
    Paula tiene toda la razon, yo estoy con ella xD
    1Bsoo

    ResponderEliminar
  3. Mala amiga! Malvada! Si fuera buena estaría alegre, aúnque le doliera! que rabia :@
    Girl

    ResponderEliminar

Hola! Como veis, vuelvo a tener comentarios! ^^
Muchas gracias por gastar algo de tu tiempo en comentar aquí, tú haces que el blog salga adelante!
Puedes dar tu opinión, pero si dices algo ofensivo, tu comentario será eliminado de inmediato.
Mónica