Capítulo 14: Rivales

-No puedo creerlo. ¿Por qué dicen que es él?-balbuceé.

-¡Vamos, Courtney! Estabas por él hasta este verano. Quizá eso no lo sabían, pero sí que habéis sido amigos muchos años. Y si, para acabar de arreglarlo, Chris dice que él también lo cree... es lógico, ¿no? 

-Pero yo no quiero que piensen en Chris-murmuré-. ¿No pueden rumorear sobre otro? 

Sharon se me quedó mirando un rato, y entonces sonrió. 

-No puedo creerlo-me dijo, repitiendo mis palabras, aunque con un tono muy distinto al mío-. ¡Sigues colada por Chris! 

-¡Calla! Y no es verdad. A mí me gusta Jack. Simplemente, cuando me lo has recordado, me ha... confundido. 

-¿Confusa, eh? Y se lo reprochabas a Jack...-bufó mi amiga. 

Tenía razón. Yo estaba enfadada con Jack por su confusión, porque no se decidía... pero me daba cuenta de que, ahora, a mí me pasaba lo mismo. No era igual, porque Chris no estaba enamorado de mí, y Kath y yo sí lo estábamos de Jack. Pero no podía echarle la culpa de eso. 

Y tampoco podía decirle que lo sentía, porque le había prometido a Kath que no hablaría con él. Me sentía incapaz de romper mi promesa... había algo en esa chica que me hacía sentir muy culpable, pero no sabía qué era. Quizá el hecho de que fuera mayor que yo, y una chica normal, no la bruja de cuento que había imaginado que salía con Jack. 

¿Qué se suponía que debía hacer ahora? 

Sacudí la cabeza, intentando librarme de esos pensamientos. De todas formas, lo que yo pensara no iba a influir en lo que hiciera Jack; por lo menos, si no se lo decía yo antes. Y no pensaba hacerlo, viendo cómo estaban las cosas con él. 

La gente comenzó a inundar el pasillo en tromba. Los de mi clase aún no habían salido. Quizá fuera mi imaginación, pero notaba las miradas punzantes de mis compañeros de clase clavadas en mí. En cuanto el profesor nos dio permiso para recoger, tuve el alivio de librarme de esa presión. Como siempre, el último en salir, rodeado de amigos y acompañado de una chica que le daba la mano o se reía de forma estúpida-en aquel caso, Annie-, fue Chris. En un día cualquiera, hubiera pasado de él, tratando de no pensar demasiado en el pasado o demasiado ocupada pensando en Jack como para darme cuenta de su presencia. Aquel curso, eso era lo que había ocurrido siempre, pero esta vez fue distinta. Le vi venir y él se me quedó mirando fijamente, de esa forma indiferente pero culpable que solía utilizar cuando me miraba-lo que ocurría muy pocas veces-. De pronto, mis pensamientos se bifurcaron como se bifurca el agua entre dos ríos: Chris venía por el pasillo, y justo tras él, Jack. 

Ambos me miraron, con aire orgulloso, como si fuera objeto de vanidad el tener a una chica pensando en ellos todo el tiempo, pero supongo que algún gesto mío, o mi expresión, les hizo observarse mutuamente. Después volvieron a mirarme, de forma interrogante. Yo deslicé la mirada al suelo. Estaba segura de que habían comprendido.

Chris pasó por mi lado, aflojando ligeramente la mano que rodeaba la de Annie. No me dijo nada, ni siquiera me miró. Annie, en cambio, probablemente enterada de lo que se había dicho en clase sobre Chris y sobre mí, me lanzó una victoriosa mirada desde su distinguida posición. 

La reacción de Jack fue distinta. Pasando cerca de mí, solo-pues sus amigos estaban algo alejados-, me susurró de forma casi imperceptible, sin que Sharon, que estaba a mi lado, se diera cuenta:

-Y no había otro chico, ¿eh?