Capítulo 15: una sorpresa

(del diario de Paula)

Al día siguiente, tras la charla con Dani, fui al colegio con decisión y una dosis considerable de furia. Quería hablar urgentemente con Mónica; ¿cómo se atrevía a haber soltado el rumor sobre Dani y yo? Porque tenía que haber sido ella, eso seguro. ¿Lo habría hecho por enfado? ¿O quizá porque le gustaba Dani...? Esperaba que fuera sólo por lo primero, y no por lo segundo... 
Desde que me había conectado a aquella red virtual, mi vida se había complicado de forma dolorosamente sorprendente. 
Mónica estaba de nuevo en el pasillo de las taquillas. Le cerré la suya en las narices y exclamé: 
-¿Cómo has podido hacerme esto? ¿Sabes que por culpa de tu chismorreo me enfadé con Dani? 
-Oye, yo no solté ese rumor, ¿vale?  Sólo lo oí de otras personas.
-Ya, claro-respondí, desafiante. Sin embargo, mi seguridad se resquebrajaba por momentos. Ya había cometido aquel error con Dani; no quería volver a cometerlo con mi mejor amiga. 
-Va totalmente en serio-me gritó ella. Los estudiantes se pararon a mirarnos, como el día anterior; comenzaba a sentirme víctima de la desagradable red de cotilleos que es mi instituto. 
De pronto, alguien me puso una mano en el hombro. Me giré, enfadada, y descubrí con asombro a una chica a la que ni siquiera creía capaz de recordar mi nombre: se trataba de Alexis Cameron, la chica más popular, exitosa, moderna, y rica del curso. 
Cómo no, es rubia. Con ojos azules. Como cualquier diva de nuestra generación, supongo. Es todo aquello que yo jamás, jamás, llegaré a ser. Por eso tampoco creía mucho lo que me estaba ocurriendo en aquel momento; ella y yo no hablábamos desde el parvulario.  
-No ha sido Mónica quien ha dicho lo de Dani y tú-dijo con su voz bien timbrada y musical-. He sido yo. 
La miré con incredulidad, desde las botas de piel con tacón de aguja hasta la cinta de terciopelo azul que rodeaba la parte de arriba de su pelo, dejando que éste luciera todo su esplendor como una cascada de oro. 
-¿Cómo? Pero... ¿por qué? 
-Porque eres una tonta, por eso. Porque le gustas a Dani desde hace siglos y ni siquiera te has dado cuenta. 
-Tú no sabes lo que yo siento, ¿vale?-le respondí. Por alguna razón, aquella mañana todo me daba rabia. 
-Ya, pero sí sé lo que siento yo. Y lo que siento es que Dani y yo hacemos muy buena pareja, y tú lo estás estropeando todo. Él es guapo, yo también; es inteligente y gracioso, como yo. ¿Para qué meterte a ti, una chica estúpida, callada y rarita, en esa perfecta combinación? 
-Pregúntaselo a Dani; fue él quien decidió empezar esta locura-le dije con voz extrañamente apagada, dándome la vuelta para ir a clase. 
Sabía que Alexis tenía razón. Sabía que Dani y yo no "pegábamos", que él era guay y yo una friki del colegio. También sabía que probablemente Dani sólo estaba jugando conmigo, pero... aquellos momentos vividos me hacían pensar que había algo más.
Al entrar en el aula, vi la sonrisa brillante y sincera de Dani dirigida a mí. 
Y en aquel momento supe que las diferencias estaban superadas por nuestras igualdades.