Caída...

Hoy, como casi todos los sábados, he ido de excursión con Carol. Y lo que ha empezado como una excursión sencilla y divertida, ha terminado... fatal.
No ha sido por culpa de Carol, ni de su caballo, ni del mío; ha sido absolutamente culpa mía, lo admito. Claro que mi caballo podría no haberse puesto como un loco justo antes de terminar la excursión, y así yo no me habría caído de cabeza contra el suelo, y mi pinza no se me habría clavado en el cráneo, y ahora no tendría el estómago revuelto (he vomitado, por si fuera poco), y un dolor de cabeza considerable, pero he sido yo la principal impulsora de que mi caballo se haya votado.
Ahora mismo no recuerdo qué es lo que he hecho mal. Ha sido algo que he hecho con el pie. Sin embargo, me he desmayado en mitad de la caída, así que sólo he podido ver que me deslizaba de la silla de montar, ver correr al caballo de Carol, con ella encima-que, gracias a Dios, no se ha caído-, y oír mi grito como si fuera de otra persona. En cuanto he caído al suelo, justo después de que mi cabeza impactara contra el camino, me he despertado.
Me he levantado, y como quedaba poco camino por recorrer, hemos terminado la excursión a pie. En fin, hemos llegado a mi casa y me he ido en cuanto he terminado de desvestir al caballo a mi cuarto. Me he ido a mi cuarto y me he tumbado, sin decirle nada a nadie, excepto a mis hermanas pequeñas, y he tratado de dormir, pero tenía el estómago revuelto. Han empezado a entrar, uno tras otro, mi padre, mi hermano, mis hermanas...  total, que ahora he vomitado y estoy con un dolor de barriga considerable.
Me perdonaréis si no os comento, ¿no?
Un beso!