Miedo...

Tengo miedo a tantas cosas...
Miedo a la oscuridad.
Miedo a los insectos y a los ratones.
Miedo a los cates.
Miedo a que este blog se quede sin comentarios.
Miedo a quedar, como Paula en mi novela, enganchada a Internet.
Miedo a ser yo misma, sin recubrimientos ni bromas tontas.
Miedo a lo que digan los demás.
Miedo a lo que puedan pensar de mí.
Miedo a quedarme sin amigas.
Miedo a no conocer a un príncipe azul.
Miedo a meterme con defectos de la gente, que tenga yo misma.
Miedo a que mis ideas no sean las correctas.
Miedo a decir una palabra equivocada, que se grabe para siempre en la mente de otra persona.
Miedo a que se rían de mí.
Miedo a que mis amigas tengan problemas que no puedo solucionar.
Miedo a que hacerme la dura sea sólo una coraza, y yo no lo quiera admitir.
Miedo a que mi familia tenga más problemas de los necesarios.
Miedo a quedarme sola para siempre.
Miedo a que la gente sólo me vea como amiga superficial.
Miedo a no darme cuenta de mis defectos, y que éstos ahoguen mis virtudes.
Miedo a que mis sueños de escribir nunca se vean cumplidos.
Miedo a ser una persona sin valor ni futuro.
Miedo a que se enteren de mis miedos.
Miedo a que se rían de mis miedos.
Miedo a... miedo a casi todo.
Por suerte, siempre queda esa chispa de esperanza, y esa psicoterapia llamada comúnmente Blogger, que espero que sirva para muchos años. Todos tenemos miedos, pero ¿cuándo nos paramos a pensar cuántos miedos tenemos?