Capítulo 7: indecisa...

(del diario de Paula)
Querido diario, 
cada día estoy más confusa. ¿Por qué Nacho jamás se conecta? Me obliga a que me olvide de él. Yo había soñado con conocerlo en persona, pero ahora apenas puedo tratarlo virtualmente. Esto es un desastre. Ojalá se conectase como antes.
Sin embargo, otra persona está apareciendo... al principio no lo notaba... bueno, en realidad sí, pero no quería admitirlo. Ahora no me queda otro remedio. Mark está haciéndose un hueco en mi mente y en mi corazón. 
Es que siento que se lo puedo contar todo... que es la persona a la que estaba esperando. Parece que me conociera, que supiera lo que pienso y lo que siento a cada momento. Cuando le hablo del colegio, o de mis amigos, me comprende a la perfección, como si él tuviera amigos parecidos, y supongo que los tiene, porque las personas tienden a ser iguales. 
Lo único que me disgusta de él es que no entiende mi odio por Dani. Nunca ha querido entenderlo. Dice que él no cree que me odie, sólo que lo hace para divertirse... dice que él conoce a un chico que hace lo mismo con una chica. Pero sólo lo hace porque le gusta. ¿Cómo es posible? Si una chica te gusta, ¿por qué vas a molestarla? Además, yo no le gusto a Dani, eso seguro. Primero, porque no me deja de molestar, pero es que además, yo sólo puedo gustar en el mundo virtual... no es que Dani sea un pivonazo, pero es bastante guapo, incluso me parecería muy guapo si no fuera tan pesado, pero con estas cosas ya se sabe... y yo soy tan sencilla, tan vulgar, que no voy a gustarle nunca a nadie. No tengo una personalidad exhuberante, o un carácter explosivo, y no sé decir que no... no soy como mi avatar. Ésta Paula sí que sabe ser graciosa, simpática, divertida y misteriosa... pero eso es sólo en el mundo virtual. En cuanto Paula se desconecta y vuelve a la realidad, vuelve a ser esa chica sencilla y callada de siempre, porque no tiene la coraza protectora de una belleza creada por ordenador.
Por eso me gusta tanto Connect3. Porque puedo ser yo misma y ser admirada y elogiada, mucho más de lo que lo soy en la realidad. Ojalá ese mundo fuera el mundo real. Sería perfecto. 
Pero bueno, aun así, en el mundo virtual tampoco van tan bien las cosas. Otra diría que van viento en popa, supongo, pero yo nunca he pasado por esto, y no sé qué decir. 
El caso es que ahora mismo estoy... indecisa. Es decir, ¿Mark o Nacho? El primero me conoce, me comprende y me hace reír, pero el segundo es  muy romántico e inteligente, además de guapo. No sé qué hacer. ¿A quién escoger? Porque he de hacerlo pronto... Nacho me ha dicho en un mensaje que éstos días no ha podido conectarse por unos problemillas que le han ido surgiendo, pero que no tardaremos en volver a salir. Es tan mono... pero también lo es Mark, que ha estado conmigo todo este tiempo. Muchas chicas del mundo virtual me dicen que qué más da, que esto es solo un juego, pero cuando les digo que esta es más mi vida que la vida real, se quedan sorprendidas. Yo pensaba que era así para todo el mundo. Y algunas de mis amigas también lo ven así, eso seguro. No me lo han dicho, pero se pasan el día conectadas. Yo sé que, si quisiera, podría desconectarme, pero ellas no pueden, no lograrían pasar desconectadas un solo día. Yo podría, como he dicho... pero de momento no quiero, y a mis padres no les parece mal (bueno, aún no se lo he dicho, pero saben que paso mucho tiempo en el ordenador, y tampoco les voy a decir dónde me meto todo el tiempo), así que ¿por qué parar? Puedo seguir hasta cuando yo quiera, y entonces dejaré de conectarme. 
En fin, hoy Mark me ha dado un beso otra vez. Ha sido en la frente, sí, pero ha sido tan bonito... mi frente ardía como si hubiera recibido el beso también. En fin, ahora he de descansar... de nuevo he olvidado hacer los deberes. Pero seguro que es temporal: esto no afectará a mis notas. Pues eso, me voy... mañana será otro día de perder mi tiempo en el colegio hasta las dos de la tarde, y aguantar a Dani y a sus estupideces... porque aún sigo confundida con lo de Dani. ¿Puede ser que Mark tenga razón? No, no lo creo.